martes, octubre 19

F B

Hoy andaba remoloneando en Facebook cuando de repente di con las fotos de una antigua compañera de clase. Se ha casado. Pero eso no es lo más shocking.
Ella, llamémosla L., era (y aún es, que no se ha muerto) una tía bastante inteligente. Era de las que sacaba la asignatura a su debido tiempo y con buena nota. Tenía buena relación con casi todo el mundo aunque a primera vista, la tía daba un poco de yuyu por su apariencia física. Es gótica. 
El caso es que volvió del Erasmus con gran penar dejando al amor de su vida esperándola en Inglaterra, terminó la carrera dos años después y pilló un vuelo de vuelta a los brazos de su Romeo... hasta el día de hoy. En estos años ha buscado y encontrado un trabajo, ha montado su casa, criado sus gatos y sus plantas y cuando todo estuvo listo, vino a España una semana para casarse. 
Su perfil de Facebook es el diario de su vida y es viendo sus fotos cuando la más asquerosa envidia me corroe. Su ahora marido es guapote y se achucha con ella en cien mil imágenes de cien mil viajes por tierras inglesas y españolas. Su casa es lo más lejano a una casa de estudiantes que he visto jamás. Parece cálida, un hogar al fin y al cabo. El jardín tiene cincuenta tipos de plantas distintas que ella pasa horas cuidando y arreglando... Hay que sumar las fotos con sus padres y familia política, sus estados que rebosan felicidad y la pasión que parece poner en cada cosa que hace. En resumen: es súper feliz y yo me alegro por ella. 
Se casó de rojo y celebró la boda vestida de fucsia. No hay ni una foto en la que no aparezca enganchada a su marido.
Así que, repasando sus fotos, veo en ella cumplidas las expectativas que yo siempre he tenido para mí:
- Tener una vida y un trabajo a los 25
- Saber que vas a amar a alguien forever.
- Saber que te van a corresponder y que jamás vas a sentirte desplazada.
- Trabajar en tu campo, en lo que te gusta.
- Hacer todo esto en un país extranjero.


En resumen, empezar a vivir. 
Así que, desde aquí, le deseo toda la suerte del mundo y, de camino, le digo que la envidio. Sanamente. Pero la envidio. 

2 comentarios:

illy dijo...

Cariño, no desesperes,cuantas estamos en la misma situación... eres joven, inteligente y más importante aún INDEPENDIENTE, no necesitas proyectar tus ilusiones y proyectos en una pareja(yo lo he hecho toda mi vida). Es verdad que felicidad si se comparte es más completa, pero, si quieres una casa con jardin, gatos y un trabajo al que dedicarle la vida es menester que luches por ello y no me cabe duda que lo conseguiras, lo demas viene solo.

estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.

My Own Self dijo...

que razón tiene Illy!