lunes, octubre 4

L A C K

Esta noche, como casi todas las noches durante el último mes, me duché y me metí en la cama, desnuda. Mientras A. se decidía a venir, probé 100 posturas diferentes que pudieran llamar su atención, pero no funcionó. Llegó, apenas me miró, encendió la radio y se dio media vuelta. Así que, con una sensación de fracaso monumental, me puse una camiseta vieja, unas bragas del tamaño de un paracaidas y abandoné el campo de batalla.
Este ritual se viene repitiendo durante varios años, con interrupciones esporádicas que me suben la autoestima de vez en cuando y es que ¿qué haces cuando tu pareja no repara en ti más que para saber qué has cocinado? 
Al principio no dí mucha importancia al asunto. Hasta que empezó a tener efectos sobre mi autoestima. Si no te prestan atención desnunda, con ropa menos. Así que empecé a cavilar, a pensar que había perdido atractivo físico, dejé de arreglarme y, por supuesto, desterré de mi cajón los incómodos sostenes de encaje que ya no surtían ningún efecto.
Y ojo, que no existe matrimonio de por medio, hijos ni nada que se le asemeje. Solo 5 años de relación y 3 meses viviendo juntos a los que he decidido poner fin. 
¿Yo? Tengo 24 años...

No hay comentarios: